No es lo mismo educación online que clases en situación de emergencia

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La directora del Proyecto EOL, Cecilia Saint Pierre pone los pies en la tierra para definir qué está pasando en el mundo de la enseñanza y el aprendizaje durante la pandemia.

Lo que están haciendo ahora las instituciones de educación superior, establecimientos educacionales son “clases remotas de emergencia”. Claro, preciso y conciso es el diagnóstico de Cecilia Saint Pierre, Doctora en Ingeniería y directora del Proyecto EOL de la Universidad de Chile. Lo que estamos realizando es “ejecutar un curso diseñado para formato presencial a través de Internet”.

La enseñanza online requiere de metodologías diferentes: diseño instruccional y planificación realizados cuidadosamente; una amplia variedad de objetos virtuales de aprendizaje y; tan importante como lo anterior, capacidades específicas de los docentes, agrega la especialista que trabaja desde la Dirección de Tecnología universitaria.

¿Cómo llegamos a esta situación?

Para Saint Pierre,

-las clases remotas de emergencia- son la mejor solución a un problema que parte en octubre y se acentúa con las cuarentenas y la pandemia. “Lo importante fue, es y será darle continuidad al proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes”.


De acuerdo con datos de una encuesta realizada por Área para el Aprendizaje de Ingeniería y Ciencias (A2IC) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Chile, la herramienta virtual preferida para clases virtuales es Zoom, con un 82% de satisfacción. Según el 65,8% de los profesores la asistencia a clases ha sido igual o mayor que una versión presencial. Los estudiantes quieren asistir a clases.

BRECHA DIGITAL-SOCIAL

Lo problemático de este proceso de emergencia es que sólo un 35% de los alumnos ha tenido acceso a Internet en forma permanente y un 26% declara que no ha tenido las condiciones ambientales adecuadas para mantener la concentración durante una cátedra.

El resultado es que un 68% de los profesores declara que ha sentido dificultades en cuanto a la sobrecarga académica de sus estudiantes. Un número que se agrega a que 80% de los docentes reconoce que ha tenido una dificultad mayor con la participación de los jóvenes que asisten a sus clases. Otro dato que muestra la complejidad del momento es que sólo un 22% de los educadores contaba con experiencia previa en educación online real.

Estas dificultades han significado que, en lo que ha transcurrido del año, los profesores aumentaron su dedicación a las clases. El 84% informa que dedica más tiempo a sus cursos. “Algo destacable es que los profesores mayores reportan menor dificultad, lo que puede deberse a la experiencia que poseen en planificación de clases, lo que les ha aportado una mejor resiliencia frente a la situación actual”, comenta la directora de EOL.

El indicador más relevante para medir la respuesta de los actores del proceso de enseñanza aprendizaje -dice Cecilia Saint Pierre- es la salud mental y física de la comunidad universitaria. Esta situación de emergencia no es deseable y es transitoria. Cualquier métrica que utilicemos no será comparable con semestres previos o futuros.

“Debemos confiar en que la calidad y variedad de nuestros estudiantes y profesores no ha variado, ahora debemos avanzar hacia metodologías más robustas de educación online. Ellos lo merecen”,

concluye la directora del proyecto EOL.

Más detalles, datos y fuentes en la presentación adjunta.


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