OPINIÓN: Clases presenciales online

Cuando en marzo llegó la pandemia, afortunadamente, las universidades chilenas reaccionaron en forma muy temprana y cerraron sus campus físicos para pasar a hacer sus clases en línea casi de un día para otro. Un par de semanas después, ya teníamos a estudiantes reportando casos de covi-19 y siento que esta reacción inicial nos permitió salvar varias vidas y darle mucho tiempo al sistema para prepararse para la explosión de contagios que ocurrió meses mas tarde.

La Universidad es probablemente un foco de contagio gigante para esta enfermedad: se comparten muchos espacios cerrados, todos son adultos facilmente contagiables y portadores, y por lo tanto, mantenernos alejados es fundamental. Por eso mismo, creo que debemos comenzar a pensar en un segundo semestre igualmente en línea y mantener los campus cerrados hasta fin de año.

¿Eso es viable? ¿Puede la universidad mantener su calidad y su enseñanza operando en estas condiciones? Nuestra experiencia es mixta; esta no es la forma correcta de hacer clases a distancia. En la emergencia tuvimos que dictar las mismas clases presenciales de forma remota, cuando la regla es que los cursos deben adaptarse a este formato y se enseñan de otra forma.

Por otro lado, los estudiantes están en sus casa, con toda su familia, encerrados y asustados en un entorno de contagios y muertes. No es factible suponer que podemos sobreponernos a esta realidad y seguir enseñando como si nada. Algunos estudiantes se quejam de que parecemos la orquesta dle Titanic, y seguimos tocando música como si nada pasara.

Sin embargo, los cursos se van adaptando. Las clases quedan grabadas y disponibles. Se acortan en forma natural. Todos vamos descubriendo que también hay enormes ventajas en este formato, y es extremadamente útil para la salud mental el mantener rutinas y las relaciones en este periodo. Yo creo que nunca volveremos atrás por completo. Volveremos a los campus. Pero los cursos no serán nunca más lo mismo que antes. Y nosotros tampoco.